sábado, 20 de febrero de 2010

Y los gatos en el tejado, locos enamorados, gritan a los tubos del drenaje.

Puedo cambiar en el transcurso del día. Me despierto y soy una persona y cuando me acuesto, sé con seguridad que soy otra persona. No sé quién soy la mayoría del tiempo. Es como si tuvieras ayer, hoy y mañana en la misma habitación.

Nadie sabe qué puede suceder.

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